Y tampoco quiero ensalzar (aunque tiene su importancia) cómo los trenes que funcionan en Disneyland lo hacen con el aceite reciclado de las cocinas del parque de atracciones y ver cuanto de marketing verde puede haber en la medida.
Pero el icono creado a finales de los años 20, cuando todavía no teníamos verdadera conciencia sobre dónde nos llevaría nuestro desarrollo industrial, ha dado un paso muy importante -a mi juicio- en materia de sostenibilidad. Así, Walt Disney ha decidido crear un programa interno de seguimiento de emisiones de CO2, que no sólo las mide y registra, sino que asigna un coste a la tonelada de emisiones de CO2 generada por cada negocio o parque de atracciones y les asigna un "autoimpuesto verde" , de carácter interno, pero en definitiva un coste que afecta a la rentabilidad que analiza la compañía en sus diferentes negocios
Con los ingresos generados han constituido un fondo para invertir en soluciones que emplean en diferentes proyectos por el mundo para mitigar el cambio climático.
Así se entiende, por ejemplo, como el icono de Disneyland, -el Castillo de la Cenicienta- apaga las luces por la noche , cuando hasta la fecha no lo hacía como símbolo del parque, sin reflexionar si a las 4 de la mañana era observado o no desde kilómetros por más o menos personas, y si eso aportaba más o menos valor al parque de atracciones.
Regreso de mis vacaciones , circulo por mi ciudad y veo decenas de edificios iluminados de madrugada y me pregunto ¿no podría visitarles Mickey y hablarles de que, a veces, las cosas más sencillas son las más difíciles de ver, pero que pensando como un niño llegas muy pronto a la solución? ¡¡¡¡ ¿Cuantas personas las ven y qué aporta que vean la fachada iluminada a las 5 de la mañana ?
Date una vuelta por sus iniciativas: Programa medioambiental de Disney.
Es francamente interesante¡¡¡¡
